Desnudez física y desnudez moral (parte 1)

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El desnudismo o librecultura como instinto

El desnudismo se considera a sí mismo como un hecho biológico, instintivo del sector más sano de la humanidad, que se desmarca del otro sector que marcha hacia la evidente degeneración. Así nace un movimiento espontáneo del que proviene la necesidad de explicarlo y difundirlo.

La palabra «biológico» nos indica la ausencia de un moralismo trascendente en la librecultura, sin que, por ello, sus tres aspectos constitutivos carezcan de una fuerza de regeneración social, suma de la desnudez física y de la desnudez moral. Estos tres aspectos son el higiénico o de salud, el estético y el moral. El higiénico se refiera alos beneficios que para la salud pública, la sexualidad y la eugenesia comporta el desnudismo y el ejercicio físico en plena naturaleza. El estético significa una nueva concepción de la belleza natural y del arte, donde también tengan cabida la belleza trágica de los cuerpos mal desarrollados y, a su vez, ejemplo a evitar por las nuevas generaciones. El aspecto moral es un punto clave del desnudismo, por ir contra los prejuicios sociales que levantan barreras morales entre las personas, obligando a disimular la propia personalidad en perjuicio de la imprescindible franqueza y en beneficio de los papeles sociales predeterminados. Esta desnudez, la moral, es el objetivo de la librecultura y la física, sin ser menos importantes, es su camino.

El pensamiento libreculturista era evolucionista, creía en la evolución constante de la humanidad con su consiguiente cambio de costumbres. Ellos se consideraban una minoría que llevaba la delantera –los llamados de “ideas avanzadas”– a la que se oponía ferozmente otra minoría de carácter refractario. Junto a ambas está una mayoría inmovilizada por el temor y se produce el cambio de costumbres. Este sería el proceso, pero el motivo del cambio es que la minoría avanzada interpreta un deseo interno sentido por la mayoría temerosa.

M. Sz. Ward, en su artículo «Libreculturismo – ¡Libertad!»(1931), desarrolla el aspecto histórico de la mencionada evolución. Para él, el cristianismo dio la libertad espiritual, al postular que todas las almas son iguales ante Dios; la Revolución Francesa, la libertad, mediante la igualdad política; y el socialismo lucha por la igualdad económica, pues sin ella no son posibles las dos anteriores. Pero ninguna de ellas es suficiente, ni es la verdadera, pues por sí solas no son capaces de libertarnos de las cadenas –roles sociales– que como conglomerado de falsedades nos oprimen a nosotros mismos y nos separan de los demás. No conducen por sí mismas a la desnudez moral1.

Por si alguien pensara que no estamos hablando de Naturismo, la difundida obra del Dr. Strasburg, Desnudismo y Salud, considera que la librecultura es la máxima expresión del Naturismo. Por otra parte, durante la dictadura franquista estaba prohibida cualquier asociación naturista por la referencia al desnudismo, no así las vegetarianas. Librecultura o libre–cultura es una adaptación de la expresión alemana «Nacktkultur» (literalmente: cultura nudista), que para ellos viene a significar le entendido en otros lugares por naturismo.

Naturisme ahir i avui

Fuente

  • Libro: «La vuelta a la Naturaleza», capítulo V, Virus Editorial, Colección Memoria, octubre 2003
  • Autor: Josep María Roselló

Notas

  1. Las características descritas en este apartado se pueden encontrar desarrolladas en los siguientes artículos: «Lo diferentes aspectos del nudismo y el programa de “Natura”», en Natura, nº 2, abril 1932, Madrid, p. 10; Kienne de Mongeot: «De la desnudez moral», en Luz, nº 1, 1931, Barcelona, pp. 5-6; M. Sz. Ward: «Libreculturismo–¡Libertad!», en Nueva Vida, nº 1, noviembre 1931, Barcelona, pp. 1-3; Carl Rist: «Pensamientos sobre el desnudismo en general y sobre el de Alemania en particular», en Pentalfa, nº 143, 15 de mayo 1932, Barcelona, pp. 9-11.

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